En colaboración con: Nicole Lozano
Cada vez parece que nuestra vida va más rápido. Estamos todo el tiempo ocupados, produciendo, trabajando, y llega un punto en que sin querer, esta mentalidad hace que nos olvidemos de la importancia de disfrutar cada momento, estando realmente presente y darnos tiempo para respirar.
Poquito a poco el andar así, puede afectarnos mucho emocionalmente y reflejarse en nuestro estado de ánimo, nuestra capacidad para manejar las situaciones y hasta en nuestras relaciones con los demás. Por eso es importante incorporar a nuestra vida hábitos positivos que puedan ayudarnos a manejar este ajetreo constante y uno de los más recomendados es:
La Meditación
Pero, ¿qué es la Meditación y cómo puede ayudarnos con todo esto?
Ayer estuvimos hablado LIVE sobre el tema con mi querida Nicole Denise Lozano, maestra de yoga y meditación, y aquí les comparto mi TOP 5 de las cosas que aprendí y que necesitas saber sobre la meditación y cómo esta práctica puede ser genial para ti, aun si tienes una vida super ajetreada.
1. Nicole define la MEDITACIÓN como "el proceso habitual de entrenar la mente a enfocarse conscientemente y redirigir y observar nuestros pensamientos." Por lo tanto, esta es la versión para la mente de un ejercicio y nos ayuda a gradualmente y con consistencia, desarrollar cierto control sobre nuestros pensamientos y emociones.
2. Entre sus muchos beneficios están el:
Aprender a estar presente y enfocar nuestra concentración
La idea de la meditación es concentrarnos únicamente en lo que está ocurriendo en el momento y nos ayuda a entrenar la mente para hacerlo parte de nuestro forma de vivir.
Nos da perspectiva
Nos da la oportunidad de reconocer e identificar el porqué de nuestra forma de pensar y nos hace cuestionarnos la vida, de manera que abrimos nuestra mente a explorar distintas posibilidades. Nos permite observar nuestros pensamientos y separar las opiniones de los hechos.
Disminuir el estrés y ansiedad
Con la meditación aprendemos a reconocer e identificar nuestras emociones y cuales son los detonantes que las causan para poder manejarlas a nuestro favor.
Es una excelente terapia alternativa, tanto física como emocional.
Nuestra mente es sumamente poderosa, y eso hace de la meditación una práctica sanadora y un complemento genial para combinar junto a tratamientos de cualquier tipo para maximizar los beneficios que podamos adquirir de ellos.
3. Pero, ¿y cómo se medita?
Aunque existen diferentes técnicas, la idea de la meditación básicamente es tomarnos un tiempo para disfrutar del momento presente, y por eso una manera de hacerlo es concentrándonos en nuestra respiración.
Una de las formas más fáciles de empezar a introducir esta práctica a tu ritmo es dejándote llevar por meditaciones guiadas.
Estas son sesiones que te van dando instrucciones para que te dejes llevar, vayas relajando tu cuerpo y te concentres en el momento. Puedes hacerlo desde la comodidad de tu casa, con sesiones por Internet, clases grabadas disponibles a través de YouTube, podcasts, o incluso utilizando aplicaciones específicamente de meditación.
Estas son buenísimas, porque además de que están diseñadas con programas para principiantes sea cual sea tu meta, son prácticas que te ayudan a mantener un record de tus sesiones y te motivan a continuar avanzando en tu práctica poco a poco.
4. La forma correcta de meditar es como a ti te funcione mejor.
No necesitas experiencia, clases especializadas o tiempo de sobra para empezar. Lo más importante de la práctica es hacerla un hábito constante y para ello, tenemos que hacer de nuestra experiencia una agradable para nosotros. Por eso:
Comienza por identificar un propósito
Pregúntate, ¿qué es quieres lograr con tu práctica? Esta meta va a ser tu motivación y te va a dirigir en tu proceso.
Identifica un momento del día en que puedas separar unos minutos para poder dedicarle toda tu atención a tu práctica.
Puede ser justo al levantarte, en tu hora de almuerzo, cuando sales del trabajo, antes de dormir, o cómo sea que te funcione mejor a ti.
La cantidad de tiempo también depende de ti.
No hay un tiempo determinado que tengas que dedicarle a la meditación para recibir beneficios. Establece una meta realista y acorde a tus necesidades que puedas cumplir todos los días.
Busca una posición cómoda para tu cuerpo.
Si sentarte con las piernas cruzadas en el piso te funciona está perfecto, pero si prefieres sentarte en la cama o una silla y estirar tus piernas, puedes hacerlo también para que tu incomodidad no resulte una distracción.
Puedes estimular tus sentidos con olores, sonidos o ambientes que sean agradables.
No quiere decir que si por alguna razón no tienes uno de estos elementos no puedes hacer tu práctica, pero esto te ayuda mucho a disfrutar más de la experiencia y no ver la meditación como una obligación sino como un momento que esperes con ansias disfrutar.
Encadena tu práctica a otros hábitos positivos como el agradecimiento.
Agradece por cosas especificas que tienes y que te dan felicidad, no importa que tan pequeñas parezcan. Esto mejorará tu humor y tu actitud y te hará ver las cosas desde una perspectiva más agradable y optimista.
5. Es una práctica que TODO el mundo puede incorporar su vida y beneficiarse de ella.
Igual que todo proceso de entrenamiento, la meditación funciona con consistencia y a largo plazo. Es una práctica retante, porque no es algo a lo que estamos acostumbrados, pero vale la pena totalmente, así que:
No permitas que tus circunstancias actuales te limiten a intentarlo | Lo único que realmente necesitas es el deseo y el compromiso contigo para continuar.
Tente paciencia y compasión | Date la oportunidad de aprender a entrenar tu mente poco a poco, sin presión y sin juzgarte.
Date la oportunidad | Permítete abrirte a nuevas posibilidades, a ser la persona que quieres ser y a desaprender para aprender cosas nuevas que te hagan crecer como persona y cuidar de ti.
¡Disfruta del proceso | Celebrate por dar el paso a hacer algo bueno por y para ti y hazlo una prioridad. ¡Tú te lo mereces!
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